La fiebre es la respuesta natural del organismo frente a las infecciones. Cuando tienes fiebre significa que tu cuerpo está batallando duro con los agentes patógenos que lo atacan. Valores muy altos de fiebre deben ser controlados por vía médica; sin embargo, cuando no supera los 38 grados puedes controlarla en casa.
Baños de agua tibia - Una técnica muy frecuente y de gran utilidad es darse un baño de agua tibia en una tina. El agua no debe estar fría pues el cuerpo reaccionará intentando calentarse, sino ligeramente tibia. Uno puede tomar una esponja y pasar el agua por las zonas más calientes del cuerpo.
Hojas de albahaca - Las hojas de albahaca son excelentes para reducir fiebres. Basta con preparar una infusión de agua caliente con dos cucharadas de hojas secas de albahaca y dejarla tapada durante 15 minutos. Luego se bebe.
Té de abedul, de jengibre o común – Tanto una taza de té de abedul como de té de jengibre o de té negro harán que transpires y que baje la fiebre inmediatamente. Si colocas unas hojas de laurel en una taza de agua hirviendo, la cuelas y la bebes, conseguirás disminuir el calor corporal.
Picante
Muchos ignoran que ponerle picante a la comida es muy bueno contra la fiebre. El chile te hará transpirar y favorecerá la irrigación sanguínea. Por su parte, la cebolla puede ser empleada en estos casos. El remedio consiste en cortar en rodajas dicho vegetal y pararse sobre ellas. A los niños pequeños se les introducen las rodajas en las medias.
Compresas
Compresas empapadas en agua fría y arcilla pueden ser colocadas en distintos lugares del cuerpo, como cara, cuello y vientre. Otra manera es sumergir los pies en agua tibia. Mientras, empapar en agua fría un par de medias y escurrirlas. Se deben colocar estas medias en los pies antes de dormir.
Vino con eucalipto, ruda, alcanfor y ron
En una botella de vino se mezclan eucalipto y ruda, dos pastillas de alcanfor y ron hasta la mitad. Se deja reposar la preparación por dos días y se mantiene en un lugar fresco. Siempre que alguien tenga fiebre, se calienta un poco esta mezcla en una vasija de aluminio y se pone en las articulaciones.
Queso fresco con vinagre
Une dos cucharadas de queso fresco con unas gotas de vinagre. Agrega leche poco a poco y haz una crema. Moja unos paños en esta pasta ligera y enrolla alrededor de las pantorrillas con una bufanda encima. Cada vez que se calienten las compresas debes cambiarlas hasta que la persona comience a sudar y la fiebre ceda.
Con estos consejos lograrás mantener la fiebre a raya e impedirás que aumente. Y recuerda que si la fiebre supera los 38 grados debes recurrir a otros medicamentos más fuertes o a la consulta de un médico.
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