El masaje ayurvédico obtiene su nombre de la “Ayurveda”, medicina india que todavía se practica en la India en la actualidad. La Ayurveda se traduce del sánscrito “Ciencia de la vida” (Ayur=Vida, Veda=Ciencia) y utiliza sólo productos naturales y plantas.
Existen diferentes tipos de masaje ayurvédico: “Abyanga”, masaje de base
con aceite sobre todo el cuerpo, “Siro Dara”, masaje que vierte un
chorro de aceite sobre la frente, o “Kansu”, masaje de la planta de los
pies con un tazón.
El masaje ayurvédico ayuda a armonizar los tres
elementos constitutivos del ser según los principios de la Ayurveda:
VATA (Aire, energía del movimiento. Sistema nervioso y hormonal), PITTA
(Fuego, energía de la transformación. Sistema digestivo y enzimas),
KAPHA (Tierra, energía de la cohesión. Los fluidos). Este masaje es un
precioso y eficaz apoyo en caso de cansancio, insomnio, anquilosis y
depresión.
El masaje ayurvédico es individualizado y adaptado a
la constitución del paciente y a sus desequilibrios. Y es que si el
masaje no está equilibrado y es inadecuado, puede agravar los “doshas”
(fuerzas vitales principales del cuerpo) y provocar desequilibrios
físicos y emocionales.
- Armonización íntegra de la persona.
- Desarrollo espiritual.
- Mejora de la visión, de la postura corporal y de la estructura ósea.
- Aumento de la resistencia a los virus y las enfermedades.
- Retraso del envejecimiento.
- Aumento de la flexibilidad muscular.
- Eliminación de toxinas.
- Relajación del sistema nervioso y armonización del sistema linfático y sanguíneo.
- Eliminación del cansancio y obtención de una relajación intensa.
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